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sanrian6
hace 3 días
Bi-curioso Hombre, 37
Bi-curioso Mujer, 37
0 km · Madrid

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Bueno, para Halloween a Zorricat se le ocurrió que podíamos hacer algún juego de rol donde iba a ponerse de rodillas con un collar y una correa y a calentar a todo el mundo con juegos de atrevimiento.

La idea era que ella fuera una perra sumisa y yo la llevara por el local como su amo e hiciera todo lo que se me ocurriera, pues , aquí está el relato del aquel día que siempre atesoraremos en el recuerdo.

Este relato puede ser 100% ficción o 100% real con ayuda de unas licencia literarias, tú decides que quieres creer.

Llegamos a local a las 23h más o menos y ya estaba animadillo, buena música, escenografía de Halloween, algún que otro disfraz y gente que ya conocía a Zorricat saludando y dando conversación y morbosa desde el inicio. Muy buena compañía, la noche apuntaba maneras.

En la misma barra de la zona social, después de un rato de conversación contando batallitas, la primera copa aparte de soltarnos la lengua, a Zorricat se le empiezan a caer las braguitas en un baile muy sensual, frotandose el culazo con mi entrepierna y levantándose el top. Sus pezones ya estaba durísimos cuando los acaricio estando espalda con espalda, mostrandoselos a todos los asistentes y viendo como movían las cabezas para ver mejor.

En ese momento, casi pude sentir las maquinaciones de Zorricat en su cabeza, contando los chicos singles y fantaseando con lo que iba a llegar después.

Nos vamos a dar un paseo para que pudiera ver mejor el material de juegos que se le pondria al alcance ese día, las instalaciones impecables, zonas de juegos muy sosas a esa hora, piscina con jacuzzi y mil posibilidades.

Después del chequeo, notamos que ya algún que otro chico está animado a seguirnos y volvemos a la zona social para empezar nuestro show primero light, sin todavía pasar por el vestuario a cambiarnos y que se ponga el disfraz.

Nuestra primera parada es un chico entrado en los 30, brazo en la barra y mirada perdida como no queriéndonos mirar directamente. Zorricat los adora así de tímidos.

- Hola - le digo.

- Muy buenas - responde sin saber dónde meterse.

- ¿Como te llamas? - Le pregunta Zorricat con voz muy sensual.

- Diego.

- Nosotros somos Zorricat y Santi. Estamos jugando a un juego y Zorricat me dice que no te vas a atrever y yo le digo que sí. Nos ayudas a resolver quien tiene razón?

En este punto, Diego se torna un poco cohibido ya por la implicación a atreverse a algo y parece super nervioso. Si en ese momento hubiera metido mano a Zorricat, hubiera sentido lo húmeda que se había puesto al sentir esa timidez e inocencia de no querer molestar.

El pobre inocente nos pregunta de qué se trata, lo cual miro a Zorricat y empieza el show.

- Zorricat es mi perra hoy y quiero que le chupen un pezón ahora mismo y estoy buscando candidatos. - le digo, mientras le levanto el top dejando al aire el pecho derecho.

Lo curioso es que en ningún momento baja la vista a mirar su desnudez y creíamos que iba a decir que no. Mirando a los ojos a Zorricat con una intensidad que no había visto antes en un chico tan tímido, le dice que le encantaría y le digo que adelante. Su lengua ya está fuera de la boca incluso antes de que empiece a iniciar la bajada hacia el pezón y me entra la risa de ver esa escena justo (intento contenerme dándome la vuelta y mi sonrisa es de oreja a oreja) Miro a la cómplice y parece que disfruta de los suaves masajes en el pecho izquierdo y los lametones en el derecho tanto que no se da cuenta que nos mira todo el mundo en la zona social.

Una vez acabado, le digo que ahora quiero que alguien le masajee las nalgas a mi perra y notar cómo se moja. Dicho esto Zorricat se da la vuelta mirándome de frente y el chico se pone detrás de ella. Le digo que así no, se tiene que agachar y tener el culo a la altura de la cara mientras lo masajea. Dicho y hecho, mientras cojo a mi perra del pelo de forma firme, le empiezo a decir al oído que es una perra que le encanta poner cachondos a los demás. Le acaricio las tetas que tiene al aire mientras el chico se deleita con su culo.

Le digo que pare, que así está mal porque no se siente nada por encima de la ropa y hago que le baje el pantalón y las bragas diciéndole que solo puede tocar las nalgas, nada de coño.

Para darle más morbo a la situación, hago inclinarse a Zorricat y que muestre en todo su esplendor su intimidad al chico desde esa posición. Como idea todavía más cabrona, cojo las nalgas de mi perra y se las abro todo lo que puedo justo delante de la cara del chico tímido. Se pueden ver los primeros brillitos de humedad en los labios entreabiertos de la intimidad de mi perra excitada. Se queda de una pieza, no puede tocarlo todavía así que más adelante nos guardamos esa carta del deseo que expresan esos ojos desorbitados. Creo que nunca ha tenido esa suerte en un local de estos o que sería su primera vez.

Como entrante al plato principal no está nada mal el comienzo. Le subo las bragas y el pantalón diciéndola que se ha portado muy , le acaricio el pelo y nos alejamos de Diego que se queda un poco cortado por el repentino final a su intención con nosotros.

Nos ponemos en el medio de la zona de "baile" la cual está un poco concurrida pero se ven algunos huecos. Bailamos y se pasa de zorra, restregando su culo en mi entrepierna, me coje las manos para podarlas en sus pechos todavía cubiertos, le cojo del pelo y la inclino como si estuviéramos follando ahí mismo. Esta mujer si sabe cómo calentar al personal. La vuelvo a tirar del pelo y la incorporo bailando. La pongo de frente y sin medir palabra le subo el top descubriendole ambos pechos en la misma pista de baile. Se los masajeo y le pellizco un pezón que se pone durísimo. Le digo al oído que quiero notar cómo se ha mojado y que quiero comerle el coño ahí mismo, notar sus fluidos en mi boca. Se baja el pantalón y las bragas al ritmonde la música dejándolos a la altura de las rodillas. Se mete un dedo en el coño con las piernas abiertas hasta donde puede (no es la posición más recatada desde luego pero cumple la orden que le he dado) y después de meterse los dedos, se los saca para chuparselos y darme un beso mezclado de su humedad y nuestra saliva. Ciertamente esta mujer sabe cómo poner burro a cualquiera sin salir de su papel de rol de sumisa.

La primera parte del plan está hecha, queda la segunda un poco más elaborada. Le propongo que vayamos a cambiarnos, que es hora de la función principal. En ese momento, la zona social estaba hasta arriba ya de gente, algunos disfrazados pero la mayoría no, menudos rancios.

Ya en el vestuario, saco la correa y el collar de esclava. Voy a pasearla para que todos la vean como la perra que es. Le pongo un tanguita con trasparencias y un top que apenas le cubre los pechos tan preciosos que tiene.

Según salimos del vestuario, ya había como 5 chicos haciendo cola para ver si tenían tanta suerte como el timidin. Esperar un poco que el plato fuerte viene ahora.

Salimos a la zona social y los que están de cara a nosotros se quedan un poco descolocados, no parece el tipo de fiesta bdsm y quizá este fuera de lugar pero era la fantasía de ese día, cuadrara o no.

Paseo a la zorra de la correa para que todos vean ese culazo y sepan lo puta que es. Nos colamos entre los asistentes los cuales muchos siguen a su rollo y nos agrada que no molestemos tampoco, no es plan de incomodar a nadie.

Tras varios intentos de que le chupen los pechos ahí en medio de todo el mundo, algunos chicos no se atreven o nos dicen que mejor en privado (curioso si ahí nada es privado y todo el mundo ha hecho lo mismo o más) el caso es que no se atreven con público, a esos, ya no les dejamos participar en nada más! Por rancios! Morboseamos pidiendo más atrevimientos a la gente, una lamida de pecho, un baile sensual, una paja durante 10 segundos, acariciar el clítoris sin meter los dedos, las ideas fluían por todos lados, a veces había éxito, otras eran muy rancios. El juego es lo que mola!

Resulta que hay un corrillo de amigos reunidos y una mujer le está dando azotes bastante fuertes a otra. Que cadualidad! Cuando acaban, le digo a la que azota si quiere probar con mi perra también. Lo cual accede. Le da unos azotes y le damos las gracias. Tenemos que buscar la forma de mimar esos glúteos.

La siguiente víctima del puterío de Zorricat es un señor ya pasados los 45 sentado en un sofá, tomando una copa y tranquilamente viéndonos llegar se acomoda el paquete sin ningún tipo de pudor. Le digo al señor que si le gusta la perrita que traigo, lo cual asiente sin decir palabra. Le digo que necesito una mano cariñosa que le acaricie las nalgas que se han portado muy en la sesión previa de azotes. Dicho y hecho, se pone a masajear sus glúteos y mientras yo le digo si le gusta el masaje. Cerca del sofá, hay una mesa para poner las bebidas, le digo que ponga el culo en pompa poniendo sus manos ahí y poco a poco le bajo el tanga hasta las rodillas. Le digo que abra las piernas que hay alguien que se va a dar un festín. Le pregunto al seño si quiere probarlo y asiente de nuevo sin decir palabra. Sus manos abren los glúteos separando incluso los labios mayores y empieza a meter su lengua. La zorra empieza a gemir delante de todos que se empiezan a poner en corrillo para ver mejor, incluso parejas y grupos de amigos.

Después de un tiempo le digo a la zorra que se ponga de rodillas, que hay que agradecer como es debido a quién tanto cariño le ha dado. Le pregunto de nuevo si quiere que se la chupe y asiente. Le digo que no haga nada, que ya de encarga ella de todo. Zorricat se esfuerza en desabrochar el pantalón del señor que está sentado todavía en el sofá. Con dificultad, Zorricat descubre una pollita por crecer todavía. Le baja el prepucio y empieza a chupar. Enseguida la polla responde a la estimulación y crece muy agradecida. Despues de un minuto de agradecimiento recíproco a la comida de coño, levanto a Zorricat del collar y le digo que tiene que chupar mas. Ante el público, pregunto quién más quiere y dos se bajan el pantalón enseguida y pongo a la zorra que es a chupar pollas en todo su esplendor. Levanto a la zorra y le digo que se ha portado muy y que tiene que agradecer esa lluvia de pollas de la que ha disfrutado. Les decimos que nos vamos dentro a la zona de juegos y quien está dispuesto a correrse en los pechos de la zorra.

Se forma una fila detrás nuestro y nos colocamos al fondo de una de la zona grande de camas, pegados a la pared cerca de un expendedor de pañuelos. Le digo a Zorricat que de rodillas y se forma un corrillo de hombretones con las pollas tiesas alrededor. Les decimos que la única norma es dejar espacio y que se corran en los pechos y que avisen. Uno tras otro van disfrutando de los lametones y mamadas de la putita mientras otros agachados le tocan las tetas y el coño mojadito.

Se corren algunos rápido y otros no son capaces pero a todos se les agradece la participación de esta fantasía. La lefa chorreando por el pecho de Zorricat, disfrutando de la calidez del fluido y como resbala hasta su ombligo. Nos dan las tres y media y ya es hora de volverse tras una noche mágica de morbo y placer, corridas y atrevimientos.

P.D. Para todo el mundo, no se puede hacer nada sin consentimiento, pregunta si puedes y no vayas por ahí haciendo lo que te dé la gana solo porque veas que otros lo hacen. Hablando se entiende la gente.

Bueno, me he animado a poner la experiencia tántrica (fuera del grupo conocido) de la primera introducción que hice a una chica interesada hace ya unos cuantos años. Mucho ha cambiado desde entonces sobre todo en la experiencia acumulada. Espero que os guste.

Estaba nervioso esperando en el café donde habíamos quedado. Faltaban unos minutos para la hora acordada y sentía muchos nervios, sensaciones encontradas, pensar qué podía salir mal. Conocer a alguien por Internet tiene sus riesgos. Iba a ser una loca? Sería una broma y estaba esperando para nada? Una pérdida de tiempo? Llegaría de verdad? Me pedí una tila para calmar un poco a mi niño interior mientras el adulto se hacía cargo de la situación. 

Llegaba tarde ya. Por suerte me habló por correo electrónico diciéndome que llegaba tarde, bueno, toca esperar. Mientras miro el móvil y hago fuerzas para que pase el tiempo rápido. Me concentro para que los segundos no sean horas. No se por qué me pongo nervioso. Solo vamos a hablar de tantra, de mi reciente experiencia en el grupo tántrico y de mi retiro espiritual donde tanto he aprendido y tanto me ha ayudado. Solo voy a mostrarme tal y como soy, no hay por qué temer a eso, no?

Ahí llega, vestida muy casual, con una falda, zapatillas cómodas de verano y un top con tirantes. Mi tila ya está bajo mínimos así que decido pedirme una manzanilla esta vez y ella se pide un café con leche. Me presento, encantado de conocerla y hablamos un poco sobre si le ha costado encontrar el sitio, si le ha costado aparcar puesto que en la zona donde quedamos era un horror que también me costó a mi aparcar. Después de una charla superficial y amena, pasamos a hablar sobre el tantra. Empiezo a contarle por qué me apunté al curso y las dinámicas tan chulas que experimenté, lo que aprendí sobre psicología y mentalidad positiva, refuerzo del uno mismo y técnicas de masajes y anatomía junto con meditación. Fue más una experiencia sanadora que morbosa y sexual. Cierto que el tantra va un paso más allá sobre lo ortodoxo de los masajes al involucrar la parte sexual del cuerpo y considerar que hay que naturalizarla. Explico que el tantra es el tacto consciente sin intención. Que no existe un objetivo sexual ni orgasmos ni predisposición al placer. Es una experiencia mental más que sexual. Hay que liberar la mente y dejar que el cuerpo hable.

Me cuenta su experiencia en el mundo de los masajes, ya tiene experiencia en masajes picantes y con final placentero pero quiere probar algo que vaya más allá y aprender más sobre su sexualidad. Le comento que un gran obstáculo a salvar es la expectativa que pueda tener en el tantra o los masajes. Normalmente la gente tiende a pensar que es algo sexual y que espera que al final tenga un orgasmo. Mucho más lejos del tantra que practico, no hay que ir con expectativas de placer ni pasarlo . Solo hay que dejar la mente en blanco y hacer que el cuerpo te hable. Concentrarse en lo que siente, si le hemos pedido mucho durante toda nuestra vida y no le hemos dado nada a cambio. No contamos con él mientras no duela y cuando duele es porque ya es tarde y sufre. Hay que cuidarle más a menudo y darle los cariños que se merece. El cuerpo liberará esas endorfinas y dopamina mientras dure el masaje y hará que la mente entre en un estado de Nirvana puesto que los receptores del placer se saturarán. La mente sentirá que el cuerpo flota y habrá una comunión y entendimiento entre ambas haciendo que tu yo interior se relaje y suelte el control sintiendo mucha paz.

Una vez entendido todo y después de compartir algunas confesiones íntimas, experiencias y haber tenido una charla en una tarde super agradable, me confiesa que tiene muchas ganas de seguir con la introducción tántrica. Al fin y al cabo, me ha resultado muy simpática y me ha dado mucha confianza así que me fío de mi intuición y quedamos ese mismo fin de semana en mi casa para hacer una inmersión completa.

Llega el fin de semana y preparo la habitación con todo detalle, tengo la casa impoluta, el baño limpio y todo listo. Decoro la habitación como me han enseñado en la formación, velas, incienso, luz tenue, música relajante y un pareo preparado para que se lo ponga. Yo ya estoy vestido de blanco de pies a cabeza, calcetines, pantalones, boxers, camisa tres cuartos. Todo muy cómodo para la sesión. Llaman al timbre, estoy nervioso, es ella. Sube y abro la puerta. Se ha puesto esta vez ropa muy parecida, muy cómoda. Nos saludamos, pasa a mi cuarto y le encantan todos los detalles. En ese momento la luz es completa para que se cambie y deje sus cosas en la mesita que he preparado para ello. Antes de que se cambie, nos sentamos en la cama preparada con mandalas y charlamos un rato. Le repaso todos los pasos del masaje, lo que va a experimentar y las sensaciones que pueden surgir para que las abrace sin miedo ni sorpresa. En ningún momento me desnudo y no hay interacción sexual. En el cuarto, solo cuenta ella misma. Tiene que pensar en que yo desaparezco. Esto es muy complicado si es la primera vez que un extraño te da un masaje de este tipo, por eso la primera vez es un poco más compleja. Las siguientes seguro que van mejor. 

Según voy comentándole lo que me han enseñado y el conocimiento que he adquirido, voy perdiendo los nervios y me voy relajando. Es recomendable ir al baño antes puesto que la sesión puede ser larga,. Me voy al salón y le digo que cuando esté preparada me lo diga y voy. Después del baño, va a la habitación y se desnuda y se pone el pareo. Me avisa y entro en la habitación. Le comento que el desnudo es opcional. Le gusta el nudismo, se siente cómoda así y quiere tener la mejor experiencia. Nos sentamos en el medio de la cama, empieza el ritual del aceite. Conviene seleccionar el que más le resuene, le atraiga y le inspire calma. Le doy a oler cada uno de los aromas que tengo echándome una gota en distintas partes de los brazos y acercándolo para que lo huela. Esta parte necesito practicarla más puesto que estoy un poco torpe. Al final elije bergamota. Un aroma que me encanta. Lo mezclo con aceite de almendra dulce en un cuenco y le pongo una gota en la muñeca. Esto sirve para saber si hay reacción alérgica local. Mejor siempre poner un poco y dejar que actúe un poco que lamentarlo luego en el hospital con el cuerpo lleno de reacción alérgica. Paso obligado. Mientras dejamos actuar al aceite por posibles reacciones, nos ponemos en posición de meditación en mitad de la cama con dos zafus. Piernas cruzadas, rodillas por debajo de las caderas, manos en posición cómoda reposando en rodillas o en el regazo con la postura de meditación. Espalda recta y mente en blanco. Vamos escuchando la música. Momento de liberar el cuerpo del agarrotamiento diario. Le cojo las manos y mientras estamos sentados, realizamos movimientos aleatorios dejándonos llevar por la música. Arriba, abajo, a los lados, una vez llevo yo los movimientos y luego ella.

Toca momento de abrazo sincero. Un abrazo largo y notando el alma de cada uno después de la meditación. Este abrazo conecta y da soporte a la confianza del masaje tántrico entre canal y receptora. Comprobamos que no hay alergia en la muñeca. Se tumba boca abajo y quito de la espalda el pareo, pregunta obligada si hay alguna zona que no quiera que masajee. Ninguna, quiere experimentar la inmersión completa. Le pido permiso pues para empezar cuando ella quiera. Empiezo posando mis manos ya tranquilas y relajadas en los puntos de calor de la espalda. Así se va adaptando al tacto de mis manos de forma paulatina. Primera fase, posar y mantener sin movimiento, sin aceite. Empiezo con el aceite igual, posar y mantener en la espalda. Noto los puntos energéticos de su cuerpo. Empiezo a entrar en trance y me dejo llevar. Realizo los movimientos de masaje relajante, suaves, movimientos en espejo de ambas manos, por todos los centímetros de su cuerpo, espalda, brazos, glúteos, piernas. Siento cómo su cuerpo va cogiendo temperatura por el roce de mis manos. Mientras me centro en determinadas zonas, voy cubriendo con el pareo las otras. Ella siente el ritmo de la música tranquila en mis manos. Toca darse la vuelta. Continúo por la tripa, los pechos, los brazos, bajo a las caderas, piernas y vuelvo a los pechos. Masaje tranquilo sin distinguir entre bazos y cadera o pechos y espalda. Todas las zonas cuentan igual. Sin intención de dar placer, solo acariciar el cuerpo. 

Momento de la última parte del masaje. La parte centrada en la vulva. Ya habíamos hablado largo y tendido de este procedimiento y estaba de acuerdo. Aun así, siempre es obligatorio preguntar si quiere seguir con el masaje y la última parte centrada en el Yoni. Quiere continuar así que le tapo por completo con el pareo y me voy un momento a lavar las manos de aceite. Esta parte es importante para no introducir aceite en la vagina puesto que es complicado luego para la limpieza íntima del propio cuerpo desechar el aceite. No es malísimo pero conviene siempre favorecer la limpieza natural del cuerpo. Una vez lavadas las manos, me coloco en posición de meditación, piernas cruzadas justo delante de ella y ella tumbada. Con sus piernas alrededor de mis caderas y en la posición más cómoda que pueda tener. Poso mis manos sobre su pubis hacia las caderas en una posición de triángulo con los dedos. Siento su energía y su excitación. En el tantra no es necesaria esta excitación pero ella así lo siente. Uso un lubricante con base acuosa para masajear por fuera. Cada caricia crea sensaciones nuevas que no ha sentido antes por ser la zona que es. No es lo habitual recibir un masaje Yoni con las técnicas que conlleva. En el masaje acaricio también los muslos y la ingle.

Este paso puede crear frustración a las mujeres impacientes. Esto nos lo han comentado en el curso. Esa frustración es debido a que necesitan y quieren sentir placer inmediato justo donde suelen estimularse ellas y lo quieren ya. Si pasa esto y se siente incomodidad, se saca fuera de la zona de confort y la experiencia se empaña. Se puede continuar masajeando otras zonas y volver luego al masaje Yoni cuando se sienta más calmada o paz interior. Menos ansiedad. También puede pasar que sientan algún trauma que hay tenido o desarrollado con el tiempo. Esto no debe asustar pero sí que tiene uno que estar preparado. Si ocurre, hay que dar soporte y calmar a la receptora parando el masaje la primera vez que pasa y dar un abrazo. Estar así todo el tiempo que se necesite siempre cubierta con el pareo y que note que no está sola. 

El caso es que no experimenta nada, ni frustración, ni trauma, por tanto continuo el masaje ya centrado en los labios mayores y menores. De arriba a abajo, haciendo distintas técnicas de masaje centrado en el Yoni de forma muy suave, replegando y desplegando los labios, acariciando de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Cuando ya he estimulado toda la zona, empiezo a acariciar el clítoris muy suave. Noto que hay excitación por lo erecto que está y lo duro que se pone. Nunca hay que tratar de inducir un orgasmo subiendo el ritmo o acariciando más fuerte. Es imprescindible mantener el nivel de excitación sin que se busque el orgasmo. En determinados casos, es posible haya un orgasmo. No se debe contener puesto que puede frustrar mucho o arruinar la sesión. Tampoco hay que parar en seco. Una técnica es acariciar de nuevo las ingles, el interior de los muslos o el pubis. En cualquier caso, cuanto más lubricante para dar el masaje mejor. Incluso en este caso que hay lubricante natural abundante, uso más para que la experiencia sea plena. Una vez pasada la fase exterior, paso al masaje interior, muy despacio, masajeando con la otra mano los labios mayores y menores, el pubis y las ingles. Para continuar, realizo movimientos en el interior muy ligeros, el tacto aquí debe ser mínimo y muy suave y hago movimientos de forma controlada, muy lento, sin intentar provocar ninguna reacción, solo para que la receptora tenga sensaciones nuevas o placenteras en zonas que no ha notado antes en una situación de masaje. Estoy el tiempo que me resuena. Al finalizar, le tapo con el pareo y salgo de la habitación a lavarme las manos. La dejo en su mundo interior de paz y relajación. Un momento de nirvana donde flota. 

Vuelvo a la habitación pasados unos minutos y me siento en la cama a su lado cogiéndole la mano y así estamos un rato. Luego tocan los compartires, me cuenta que ha sido una sensación que nunca antes había experimentado. Una paz interior y una calma que le ha llegado al alma. Está muy contenta de haberlo experimentado y muy agradecida conmigo por haberla llevado a ese punto. El estrés era parte de por qué lo hacía y ha sentido que se ha liberado al menos por un momento de toda la carga que lleva en su vida. Yo le cuento que me he sentido muy cómodo y confiado y que cada vez me gusta más lo que hago. Noto como entro en trance y adoro acariciar y masajear. Adoro la meditación y el cuerpo femenino y cómo lo veo evolucionar de agarrotado a liberado. 

Una vez acabada la sesión completa, se va al baño mientras yo me quedo en el salón, se viste y le ofrezco un té. Nos quedamos charlando un rato e interiorizando lo que hemos compartido. Le agradezco mucho su sinceridad y nos despedimos después del té. Desde entonces somos muy buenos amigos y repetimos de vez en cuando las sesiones tántricas. 

Espero que os haya gustado leer tanto como a mi el revivir mi primera experiencia. 

Soy masajista con formación tántrica y experiencia demostrable. Mis masajes tántricos no son como la gente piensa, quizá haya una parte que sí sea específica y común en el tantra pero lo que los hace únicos es que me encanta darlos y compartir ese sentimiento (tanto si es la primera vez, como si ya se tiene experiencia) de liberación energética y bienestar. Me centro más en lo mental y sensitivo que en lo sexual (de hecho, no es necesario nada sexual en el masaje).

Te cuento cómo doy el masaje y todo el procedimiento que sigo.

Primero hay un pequeño ritual dónde me salgo y me cambio de ropa, me pongo todo de blanco (camiseta, pantalón y ropa interior) y tú te desvistes y te quedas en ropa interior o desnuda y te pones un pareo, luego entro cuando estés lista, nos sentamos con las piernas cruzadas, encima de la cama, un poquito separados, como si fuéramos a meditar. Nos cogemos de las manos con los ojos cerrados y hacemos unos ejercicios de respiración mientras escuchamos mantras. Esto sirve de relajación y para soltarnos. Todo esto con música y con la única luz de las velas para crear un ambiente agradable. Luego ya con más confianza y un poquito más relajados, toca la elección del aroma.

Elegirás un aroma y te lo aplicaré en la muñeca para ver si hay reacción. Es importante para que no haya problemas de alergia. Mientras vemos si hace reacción, empezaremos con un ejercicio de confianza. Nos daremos un abrazo todavía sentados y deberás relajar el cuerpo y lo guiaré al ritmo de la música. Esto me da una idea de cuan relajada estás. Cuando ya estés algo más relajada, es el momento de empezar el masaje, te tumbas boca abajo, te quitas el pareo y empiezo el masaje por la espalda, cuello, hombros, brazos, manos y vuelvo y en este proceso voy poco a poco usando el aceite con el aroma que has elegido. El intercambio de energía es muy alto con el ritmo de la música y las velas.

Cuando ya note que tú cuerpo me habla, paso a los glúteos, muslos gemelos y tobillos. Después subo de nuevo y volvemos de los tobillos a gemelos rodillas muslos y glúteos, espalda cuello hombros brazos codos muñecas y manos. Todo ello muy lento, sin prisa alguna, tu cuerpo se irá despertando poco a poco para ir liberando endorfinas. Es una sensación muy placentera. En todo este masaje, tendrás que intentar no pensar en nada, dejarte llevar por el ritmo de la música y sobre todo disfrutar. Cuando estés lista y quieras, pasamos al masaje frontal. Te darás la vuelta, y empezaré por la tripa, subiendo por el pecho, cuello, hombros, brazos codos, muñecas y manos. Si decidiste en ropa interior, el pecho me lo salto e intento no manchar la ropa de aceite (que luego huele a almendra dulce y aroma) y subo y bajo hasta que tu cuerpo me diga. Sin prisa. Después pasamos a los muslos las rodillas, empeines, tobillos y de vuelta a los pies (esta vez en otra posición, el masaje es parecido) y lo mismo, en la zona púbica, solo acaricio el interior de los muslos y el monte de venus, es importante no llenar de aceite la zona. Lo mismo, si estás en ropa interior me salto esa parte.

Cuando ya estés lista, me iré a lavar las manos (del aceite), te cubriré con el pareo y volveré al masaje con las manos limpias de aceite. A partir de aquí, el masaje es opcional. Si decides seguir te preguntaré si quieres que sigamos y te quitarás la ropa interior. Cambiaremos al masaje Yoni (no me preguntes por qué lo llamaron Yoni pero se llama así). Este masaje ya no usa aceite, se usa lubricante acuoso. Es importante porque dentro esa parte no puede entrar aceite. El masaje Yoni consiste en la activación de la parte más íntima de la mujer. Se dan caricias muy medidas en toda la parte exterior, el interior de los muslos y los aledaños del clítoris.

Se trata de activar el cuerpo y que se liberen endorfinas y dopamina, no se trata de tener un orgasmo, por tanto se masajea suave y con calma, siempre sin intención y tacto consciente. Cuando el cuerpo hable y diga que quiere más, se procede a acariciar el clítoris, los labios mayores y los menores sin penetración de ningún dedo. Ese masaje puede durar lo que el cuerpo diga, incluso horas. Cuando se quiera, se procede al masaje del interior del Yoni, de forma muy suave y con caricias. En el interior, se explora todos y cada uno de los centímetros que hay, con mucho cuidado. A la vez se puede estar masajeando el clítoris y se produce la mayor liberación de energía del masaje.

Ojo! como tu cuerpo me hablará, me dirá a veces que más rápido para que tengas un orgasmo pero desistiré e iré un poco más despacio para alargar el máximo tiempo el nivel de excitación. Esto a veces puede ser frustrante y si quieres y necesitas de verdad tener un orgasmo, dimelo y continúo que es mejor un orgasmo que la frustración pero se deberá trabajar en contenerse para más adelante. Y desde ahí, se está el tiempo que quieras incluso si viene un orgasmo es bienvenido pero no es ese el objetivo.

Este procedimiento es totalmente real y es el que sigo en mis masajes. Nunca cobro por ello y puesto que muchas mujeres me lo preguntan, lo hago porque me gusta compartir los momentos más íntimos de las mujeres cuando se encuentran consigo mismas. No tengo intención ninguna en provocar orgasmos ni en buscar reacciones. Solo busco que un pedacito de la energía de tí misma se quede conmigo en el recuerdo.

Soy masajista con formación tántrica y experiencia demostrable. Mis masajes tántricos no son como la gente piensa, quizá haya una parte que sí sea específica y común en el tantra pero lo que los hace únicos es que me encanta darlos y compartir ese sentimiento (tanto si es la primera vez, como si ya se tiene experiencia) de liberación energética y bienestar. Me centro más en lo mental y sensitivo que en lo sexual (de hecho, no es necesario nada sexual en el masaje).

Te cuento cómo doy el masaje y todo el procedimiento que sigo.

Primero hay un pequeño ritual dónde me salgo y me cambio de ropa, me pongo todo de blanco (camiseta, pantalón y ropa interior) y tú te desvistes y te quedas en ropa interior o desnuda y te pones un pareo, luego entro cuando estés lista, nos sentamos con las piernas cruzadas, encima de la cama, un poquito separados, como si fuéramos a meditar. Nos cogemos de las manos con los ojos cerrados y hacemos unos ejercicios de respiración mientras escuchamos mantras. Esto sirve de relajación y para soltarnos. Todo esto con música y con la única luz de las velas para crear un ambiente agradable. Luego ya con más confianza y un poquito más relajados, toca la elección del aroma.

Elegirás un aroma y te lo aplicaré en la muñeca para ver si hay reacción. Es importante para que no haya problemas de alergia. Mientras vemos si hace reacción, empezaremos con un ejercicio de confianza. Nos daremos un abrazo todavía sentados y deberás relajar el cuerpo y lo guiaré al ritmo de la música. Esto me da una idea de cuan relajada estás. Cuando ya estés algo más relajada, es el momento de empezar el masaje, te tumbas boca abajo, te quitas el pareo y empiezo el masaje por la espalda, cuello, hombros, brazos, manos y vuelvo y en este proceso voy poco a poco usando el aceite con el aroma que has elegido. El intercambio de energía es muy alto con el ritmo de la música y las velas.

Cuando ya note que tú cuerpo me habla, paso a los glúteos, muslos gemelos y tobillos. Después subo de nuevo y volvemos de los tobillos a gemelos rodillas muslos y glúteos, espalda cuello hombros brazos codos muñecas y manos. Todo ello muy lento, sin prisa alguna, tu cuerpo se irá despertando poco a poco para ir liberando endorfinas. Es una sensación muy placentera. En todo este masaje, tendrás que intentar no pensar en nada, dejarte llevar por el ritmo de la música y sobre todo disfrutar. Cuando estés lista y quieras, pasamos al masaje frontal. Te darás la vuelta, y empezaré por la tripa, subiendo por el pecho, cuello, hombros, brazos codos, muñecas y manos. Si decidiste en ropa interior, el pecho me lo salto e intento no manchar la ropa de aceite (que luego huele a almendra dulce y aroma) y subo y bajo hasta que tu cuerpo me diga. Sin prisa. Después pasamos a los muslos las rodillas, empeines, tobillos y de vuelta a los pies (esta vez en otra posición, el masaje es parecido) y lo mismo, en la zona púbica, solo acaricio el interior de los muslos y el monte de venus, es importante no llenar de aceite la zona. Lo mismo, si estás en ropa interior me salto esa parte.

Cuando ya estés lista, me iré a lavar las manos (del aceite), te cubriré con el pareo y volveré al masaje con las manos limpias de aceite. A partir de aquí, el masaje es opcional. Si decides seguir te preguntaré si quieres que sigamos y te quitarás la ropa interior. Cambiaremos al masaje Yoni (no me preguntes por qué lo llamaron Yoni pero se llama así). Este masaje ya no usa aceite, se usa lubricante acuoso. Es importante porque dentro esa parte no puede entrar aceite. El masaje Yoni consiste en la activación de la parte más íntima de la mujer. Se dan caricias muy medidas en toda la parte exterior, el interior de los muslos y los aledaños del clítoris.

Se trata de activar el cuerpo y que se liberen endorfinas y dopamina, no se trata de tener un orgasmo, por tanto se masajea suave y con calma, siempre sin intención y tacto consciente. Cuando el cuerpo hable y diga que quiere más, se procede a acariciar el clítoris, los labios mayores y los menores sin penetración de ningún dedo. Ese masaje puede durar lo que el cuerpo diga, incluso horas. Cuando se quiera, se procede al masaje del interior del Yoni, de forma muy suave y con caricias. En el interior, se explora todos y cada uno de los centímetros que hay, con mucho cuidado. A la vez se puede estar masajeando el clítoris y se produce la mayor liberación de energía del masaje.

Ojo! como tu cuerpo me hablará, me dirá a veces que más rápido para que tengas un orgasmo pero desistiré e iré un poco más despacio para alargar el máximo tiempo el nivel de excitación. Esto a veces puede ser frustrante y si quieres y necesitas de verdad tener un orgasmo, dimelo y continúo que es mejor un orgasmo que la frustración pero se deberá trabajar en contenerse para más adelante. Y desde ahí, se está el tiempo que quieras incluso si viene un orgasmo es bienvenido pero no es ese el objetivo.

Este procedimiento es totalmente real y es el que sigo en mis masajes. Nunca cobro por ello y puesto que muchas mujeres me lo preguntan, lo hago porque me gusta compartir los momentos más íntimos de las mujeres cuando se encuentran consigo mismas. No tengo intención ninguna en provocar orgasmos ni en buscar reacciones. Solo busco que un pedacito de la energía de tí misma se quede conmigo en el recuerdo.