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El mundo es un pañuelo

"Follando con nuestros vecinos"

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Os voy a contar una experiencia real que nos pasó a mi mujer y a mi.

Somos un matrimonio de 45 años ella, bicuriosa y yo 43, hetero. Llevamos juntos 21 años y empezamos a tontear con el ambiente liberal hace unos 12 años. Para nosotros ser swingers no es una forma de vida, tenemos una hija de 10 años y diversos planes para los fines de semana no enfocados a este ambiente. Practicamos el ambiente solo cuando nos apetece, por lo que en los 12 años que llevamos en el ambiente liberal, hemos tenido experiencias pero no muchas, igual lo hacemos un par de veces al año.
Doy este contexto para entender lo siguiente; estamos registrados en varias páginas y aplicaciones de intercambio de parejas y vamos conociendo gente de forma digital y cuando se tercia pues quedamos, pero hemos dado con gente con la que hemos hecho intercambios y luego nos agobiamos porque quieren quedar finde si, finde también, por lo que solemos meternos a la nevera una temporada, aunque sigamos bicheando en estos portales.
No somos exigentes en el aspecto físico de la gente, valoramos mucho más que sea gente divertida con la que se pueda echar unas risas y si procede, practicar el delicioso, por lo que el criterio para dar like es que sean usuarios registrados, un rango de edad aceptable para nosotros, una presentación de perfil divertida y que no estén muy lejos de nosotros, por lo que no stalkeamos todas las fotos y esas cosas.

El caso es que hace unos meses, mi mujer estaba en casa con la niña en Madrid, y yo me fui ese fin de semana a trabajar a Cáceres. El Sábado acabé temprano y me fui al hotel por la tarde. Cómo llevaba el portatil y me había tomado un par de cerves, pues me puse a "guarrear" un poco. En una de las aplicaciones, tiene la típica sección similar a tinder ya sabéis, el típico "Me gusta", "No me gusta" o "Siguiente": Cuando llevaba un cuarto de hora, me llega un match y me escribe la chica de la pareja. "Hola que tal? Cómo estáis? De donde sois?" Y cuando llevabamos un rato hablando pues nos dimos acceso mútuo a las fotos privadas. No muy subidas de todo, pero sin pixelar las caras. Y Oh sorpresa, sorpresa, la pareja resulta ser unos antiguos vecinos nuestros además de que la chica es la camarera del bar donde solemos echar las cañas. A mi me dio un atacazo de risa, soy celoso de mi privacidad, pero si damos con alguien conocido en una web o aplicación de este tipo siempre he pensado que tanto tenemos que perder nosotros, cómo ellos en el caso de que alguien divulgase algo por lo que por mi 0 problema.

Mi mujer si es un poco más reticente en el aspecto de dar con alguien conocido en el ambiente, pero chicos, qué queréis que os diga, a mi me pone bastante la situación. Seguí la conversación con la "Vecina" y quedamos en que al día siguiente haríamos un grupo de whatsapp los 4 para por lo menos echar unas risas. Las aplicaciones las utilizamos ambos por igual, cómo es evidente no nos escondemos nada, pero yo no quería decirle nada a mi mujer sin estar físicamente delante de ella solo para disfrutar de la reacción al contarselo para reirme un rato, ya que esa noche no me escribió ni me llamó para hablar del tema, por lo que yo imaginé que no había visto las notificaciones y por tanto no había leído la conversación.

Al día siguiente, llamo a mi mujer por la mañana para avisarla de que ya salía de Cáceres hacia Madrid, conversación normal hasta que al final me dice: "¿no tienes nada que contarme?" A tomar por culo disfrutar en primera persona de su reacción al contárselo. Total, lo comentamos y dijimos que sí, que hacíamos grupo para charlar.

Empezamos a hablar ese mismo Domingo, y el fin de semana siguiente eran las fiestas de San Isidro, por lo que nosotros teníamos pensado bajar a echar unas cerves, y quedamos con ellos, para pasar la tarde. Quedamos sin ninguna pretensión, pasar el rato, echar unas risas y pasarlo bien.
Quedamos sobre las 19.00, el primer contacto fue entre vergüenza y risas tímidas, hasta que la Diosa Mahou empezó a hacer su efecto desinhibidor y la cosa empezó a fluir de tal modo, que a las 23.00 acabamos en nuestra casa, con una botella de Tequila.
Al tercer chupito y para romper el hielo, yo qué soy un poco zorro, compartí la pantalla de mi movil en la tele y puse una app de "Verdad o Reto" Si no la conocéis, echadle un ojo porque es divertida y vas ajustando los niveles de guarreo jejeje.

El caso es que hora y media después, el salón de casa se convirtió en Sodoma y Gomorra. Besos para todo el mundo

Publicado 
Escrito por nosdos26

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