Vivo en un barrio residencial en el punto más poblado de mi ciudad. Estoy soltero y cada día vuelvo de trabajar sobre las 5 de la tarde y dedico el resto del tiempo a jugar a la consola o ver pelis. Tengo la costumbre de ducharme todos los días a las 7 antes de salir a trabajar, después de haber salido a correr.
Alguna vez dejo las ventanas abiertas para que se ventilen del aire concentrado.
Normalmente vuelvo a la habitación desnudo porque aunque solo tengo 27 años tengo la casa para mi solo y, aunque no sea nudista ni nada, alguna vez en lo que encuentro la obligación de cambiarme porque voy a salir de casa o algo, estoy esos 10 minutos sin nada.
Un día después de correr fui a ducharme y al acabar y entrar a mi habitación, antes de empezar a vestirme para ir al trabajo, fui a cerrar la ventana y una vecina estaba recogiendo la ropa en un piso de enfrente. La ventana da a un patio interior asi que hay varios portales que tienen acceso, pero no circulan coches ni nada. La mujer era una señora de unos 45 años de estas que te suena haberla visto alguna vez, pero no demasiadas. Como era tan pronto, pensé que miró porque había luz que venía del baño pero no llegaba a percibir nada, asi que me cambié y me fui al trabajo como un día cualquiera.
Al día siguiente volví a llegar a casa de la ducha y me vestí pronto porque tenía reunión. Al cerrar la ventana vi que estaba la mujer recogiendo ropa también.
En esas llegó el fin de semana, en el que no trabajo y me levanto mucho más tarde. Esta vez salí hacia las 9 a correr y a la vuelta me la encontré con el carro de la compra saliendo de una frutería y se me quedó mirando, aunque como me había puesto la mascarilla no estaba seguro de si me había reconocido.
En la mañana y tarde de ese sábado me quedé encerrado en casa y, en cierto momento, me dieron ganas de ver un poco de porno y, al estar solo, por comodidad, me quedé en pelotas. Pasé de ver vídeos a quedar por webcam con una chica y allí nos empezamos a pajear uno frente al otro mientras ella me pedía que me corriera que quería ver mi semen.
Alzo la mirada mientras estoy de pie pajeandome y veo que está la señora desde su ventana girada mirando hacia mi. Estoy con la cortina echada, no debería ver nada, no había caído entonces de la luz que salía del monitor del ordenador, asi que mirándola y sacando la lengua me pajeo duro hasta que veo que ella me saca la lengua y se agarra una teta con una de las manos. De la excitación me corro en el suelo, me despido de la chica de la llamada y procedo a limpiarlo. Al volver a mirar la señora se había ido.
Abro un poco la ventana con el albornoz puesto para que el olor se vaya yendo y friego la zona donde eyaculé.
Cuando ya se ha secado a los 5-10 minutos, voy a cerrar la ventana y veo de nuevo a la señora a la que esquivo con la mirada, pero antes de cerrar me dice: Me ha gustado mucho eso.
-Sí? Ha estado muy bien, la verdad.
-Estabas viendo a alquien? O solo a mi?
-A ti, cielo (Ahí la mentí descaradamente). Si quieres te hago otra demostración
-Me encantaría
-Ven aquí si quieres.
-No, mejor ven tu, cielo. Vivo en el 3A del 23.
Y se metió dentro de la casa. Yo ahí dudé un poco porque no la conocía de nada, pero me vestí y a los 10 minutos llamé abajo y cuando sonó el telefonillo la dije que era el vecino y me abrió con la ropa de estar en casa.
Me invitó a un café y me dijo que en esa casa está con sus hijos que el fin de semana se van con su padre. Y que como trabaja tiene que madrugar mucho para que la de tiempo a todo y que el otro día fue una sorpresa verme. Me empezó a acariciar la polla y la metí la lengua. Tenía tetas grandes de señora vivida, pero no puso ningún reparo en un punto de poner mi polla sobre ellas y frotar con fuerza. Fue un buen polvo de fin de semana. De hecho, hemos quedado desde entonces varios fines de semana para follar y alguna vez veo que me mira desde su ventana entre semana y me saco la polla para ella.