Ahora le toca el turno a Pilar. Era todo lo contrario a María, sobre todo con sus novios a los cuales conocí. Le daban caña y a ella le iba bien, alguna vez incluso con alguno de ellos comenté la posibilidad de ver porno las dos parejas, y creo que ella se hizo la recatada aunque lo estuviese deseando. Pilar es más alta que María, tb agraciada físicamente y también con unas buenas tetas (genética, mi mujer también las posee). Pilar estaba casada con Fernando un tío gordo y poco agraciado, calvo, nada simpático y que le gustaba beber prácticamente todos los días.
Algo que se me había olvidado, es que María se había venido a nuestra casa ya que el próximo fin de semana íbamos a hacer una comida familiar. A dicha comida también estaban invitados Pilar y Fernando.
Mi mujer ya había llegado del gimnasio y llegaron a casa mis cuñados, lo cuales fueron recibidos por mi mujer, mi cuñada María y yo. Después de los besos de rigor mi mujer les dijo que su habitación estaba preparada en la tercera planta al lado de la de María.
Se instalaron y les comentamos que por la tarde si les parecía bien saldríamos a tomar unos vinos y unas tapas (todo ello muy español) por la zona. Estuvieron encantados y a eso de las 20:00h, salimos todos de casa. Mi mujer y mis cuñadas iban espectaculares, marcando sus pechos y sus figuras impresionantes. Bueno ya sabéis vino viene y vino va. Así se pasó la tarde hasta que decidimos irnos para casa. Mi cuñado, como ya comenté, le gustaba el “bebercio” y se pasó, con lo cual era cuestión de que llegara a casa y se metiese en cama directamente. Al final se hizo de rogar y tardó un poco más de lo previsto, su mujer subió con él. María dijo que estaba cansada y que también se iba a dormir, con lo cual nos quedamos mi mujer y yo solos. Nos servimos otro vinito, y yo no sabía si contarle a mi mujer lo que había visto por la tarde o dejarlo como mi secreto. Al final no le comenté nada y decidimos irnos para cama. De mi cabeza no salía la imagen de mi cuñada masturbándose por la tarde, y viendo como entraban y salían sus dejos mojados de su coño y me fui arrimando a Berta haciendo la cucharita, ella me dijo, ¿tienes ganas de marcha?, a lo que le respondí que sí. Yo duermo siempre desnudo completamente, ella con una braguita. En la posición que estábamos comencé a acariciar su coñito por encima de la tela, ella empezó a menear el culo hacia atrás buscando mi polla. Ya tenía una mano en su coño que ya estaba mojadito y otra acariciando el pezón de uno de sus pechos, mi polla ya estaba acoplada en sus nalgas, yo mientras actuaba, en mi cabeza seguían estando las imágenes de mi cuñada masturbándose, ello me ponía muy caliente…le quité el tanga y le metí la polla por detrás, iniciando un mete y saca a la vez que con la mano le acariciaba el clítoris (como a ella le gustaba), estuvimos así un buen rato y me dijo que no me corriera dentro, ella llegó al climax y después de otros empujoncitos yo saqué la polla y ella se dio la vuelta y me corrí encima de sus hermosas tetas. En ese preciso momento escuchamos a nuestros cuñados como discutiendo ya que al parecer él quería follar y mi cuñada viendo el estado en el que estaba le dijo, pero que vas a hacer si en dos segundos que me metes esa polla te quedarás dormido y me dejarás como siempre a medias, el sólo balbuceaba y no le entendimos nada. Ello sirvió para comentar con mi mujer el problema que tenía su hermana. Yo le pregunte: ¿Berta tú crees que tu hermana puede estar satisfecha con el marido que tiene? Ella me dijo, pues creo que tienen problemas ya que últimamente sus folladas dejan mucho que desear, mi hermana me dice que el no aguanta nada, y que además siempre hace lo mismo le mete la polla, se corre y nada más, y ella lo que quiere es que en los preliminares le hagan una buena comida de coño, le pellizquen los pezones y cuando ya esté que revienta la follen bien follada. Y me dice… si tuviera alguien como tú seguro que quedaba rendida después de una de tus actuaciones, como la de ahora. Yo al escuchar a mi mujer ya me volví a poner a tope, ella me lo noto y me cogió la polla y me dijo, ¿te pone cachondo lo que te cuento?, te tirarías a mi hermana?, ¿le romperías el culo?, y yo le contesté: “pero Berta cómo puedes pensar eso” (mentirijilla). Nos dimos un pico de buenas noches y nos quedamos dormidos.