Una vez que le había contado mi secreto a María no tenía ninguna duda de que debía de hacer lo mismo con Pilar. La llamé por teléfono y le comenté que tenía que hablar con ella, que cuando nos podíamos ver, y me comentó que el sábado a partir de las 17:00 h estaría bien, que su marido iba a ver el fútbol al bar, y que tendríamos tiempo para charlar.
Así quedamos.
Llegó el sábado y me presenté en su casa, me abrió la puerta y la verdad es que estaba para reventarla, tenía puesto un top que resaltaba sus pechos y una falda vaporosa que le llegaba como tres dedos por encima de las rodillas.
Nos besamos (en las mejillas) y me comentó que quería tomar, le dije que un gin tonic estaría bien para refrescar el calor que hacía; ella se sirvió otro para ella. Nos sentamos en el sofá y me dijo: “si no te importa antes de que me cuentes el motivo de tu visita quiero disfrutar intensamente de ti”, y sin cortarse me besó con fuerza y se fue con su mano directamente a mi entrepierna, yo le comenté: caramba, Pilar, no pierdes el tiempo. Me bajó el pantalón corto y el calzoncillo y cogió mi polla que debido a la sorpresa estaba en situación de descanso, pero entendí que le iba a durar poco. Pilar cogió con su mano derecha y muy suavemente se la llevó a la boca, pasaba su lengua por mi prepucio haciendo círculos y dejando caer sus babas en el, una vez que la tuvo bien ensalivada comenzó a masturbarme muy lentamente, yo por aquel entonces ya le había sacado el top y estaba viendo sus hermosas tetas, y con una mano pellizcando sus pezones alternativamente, los cuales ya sobresalían de la areola. Comentar que me tenía totalmente desnudo, y mientras me chupaba la polla subiendo y bajando su cabeza a ritmo, me comentaba que le encantaba mi cuerpo desnudo y qué suerte tenía su hermana de poder disfrutarlo todos los días. Comentar (no me he definido en mis anteriores relatos) que mido 1,73 cms y peso 74kg., hago ejercicio y me conservo bastante bien para mis cerca de 50 años; uno de mis placeres es tomar el sol desnudo, por lo cual todo mi cuerpo luce el mismo color bronceado, sin esas marcas que me horrorizan que dejan los bañadores, también soy de los que se depilan completamente, no me gustan para nada los pelos en el cuerpo.
Continuando con la actuación de Pilar, me dijo que me pusiera a cuatro patas en el sofá, yo estaba sorprendido por la iniciativa que estaba tomando, así lo hice y ella se colocó detrás de mí y con una mano seguía masturbándome y con lengua comenzó a acariciarme el ano, me sorprendió tanto que dí un respingo y un suspiro, a lo que ella comento: “cuñado hoy me toca a mí, te voy a comer todo, te voy a dejar seco”. Yo me deje caer a lo largo del sofá dejando mi culo en pompa, ella estuvo ensalivando mi agujero, e introduciendo su lengua, me estaba produciendo un grandísimo placer al mismo tiempo que mi polla estaba que reventaba. Cuando creí que se iba a detener y que tendría que pasar yo al ataque, noto que algo trata de introducirse en mi ano, y miro para atrás y veo a mi cuñada con un arnés puesto y diciéndome te voy a hacer lo que yo quiero que me hagas a mí después. La verdad es que entró a la primera y porque no contarlo me produjo bastante placer, me emputecí y le dije “más dame más Pilar, fóllame, quiero sentir lo que tú vas a sentir.” y ella me contestó: “yo sentiré más ya que la tuya es real y el calor que transmite una buena polla, no lo puede hacer una de plástico”. Ella me aferraba por las caderas y entraba y salía con fuerza, ella también se estaba dando a sí misma placer. Me estuvo con un mete y saca como cinco minutos, a todo ello yo me cogía la polla y me masturbaba con todo el placer que estaba recibiendo. Ella comenzó a ofrecerme una frecuencia más rápida, y gritaba: “córrete cabrón que yo ya voyyyyyyyy”, yo ya no podía más y en la postura en la que estaba comencé a lanzar mi leche sobre el sofá y ella al notarlo se corrió y se dejo caer sobre mi espalda, sin sacarla de mi culo. Los dos respirábamos a un ritmo acelerado y nos quedamos en silencio…
Luego de unos segundos le dije, vaya follada que me has metido, cabrona.
Ella me comentó: “tenía muchas ganas de hacerlo, no sabía si te iba a gustar, pero creo que si te ha gustado. Me encanta como disfrutas del sexo, con mi marido no puedo intentar nada de esto, y la verdad es que a mí todo lo que sea innovar, cada día me gusta más.”, yo le decía que me la imaginaba masturbándose muchas veces, con sus piernas abiertas a no más poder, y que alguna vez incluso cuando estaba follando con su hermana, me imaginaba que era a ella a quien follaba”.
Pilar se incorporó y se sentó encima de la mesa abrió sus piernas y comenzó a acariciar su coño con el dildo que había retirado del arnés, miraba para mí y me decía que la vista de mi cuerpo desnudo le provocaba un enorme placer, yo al momento ya tenía mi polla recuperándose y me la masajeaba poco a poco, ella comenzaba a jadear, me incorporé y llevé mi cabeza al medio de sus piernas, su olor era embriagador, que coño más bonito tiene (el mejor de las tres hermanas), pasaba mi lengua a lo largo de sus labios y ella me apretaba la cabeza contra sí.
-Si cuñado, sigue, quiero que me folles todos los días que te apetezca, me da igual que mi marido se entere, sólo quiero follar y follar contigo. Se tumbó sobre la mesa dejando al descubierto además de su coño, su esplendoroso culo, el cual ya estaba mojado por las babas que caían de su coño empapado, introduje un dedo, luego dos, ella me decía sigue, sigue. Tomé el dildo con mi mano y se lo introduje poco a poco en su coño, comencé un suave mete-saca, ella ya se apretaba el pezón de su pecho derecho, la traje hasta el borde de la mesa y mientras le metía el dildo por el coño aproximé mi polla a la entrada de su ano, ella cuando lo notó me cogió el dildo y me dijo: “déjame esto a mí, no vas a hacer tu todo”, yo en ese momento le introduje la polla hasta la mitad mientras ella seguía rellenando su otro agujero de placer con el dildo. ·En un momento me dijo: “métemela de un golpe”, así lo hice y ella lanzó un grito que me asustó, no obstante comencé a darle duro y ella se deshacía, temblaba, apretaba su pezón, quería más y yo más le daba, la imagen no se me olvidará jamás, su mano izquierda apretanto su teta derecha, su mano derecha introduciendo el dildo en su precioso coño, mi polla dentro de su ano y nuestras respiraciones acompasadas, yo estaba tan excitado, que le escupía de vez en cuando en su boca, ella se tragaba la saliva con mucho gusto, y me decía llévame contigo, era todo una locura. Por fin después de un buen rato diciéndonos barbaridades y disfrutando como verdaderos animales, llegamos al climax, yo me corrí dentro de su culo y ella alcanzó un grandioso orgasmo en su coño.
Fue algo realmente increíble. Descansamos un poco y nos dimos cuenta de que ya había transcurrido buena parte del tiempo del partido, y que su marido podría volver en cualquier momento. Nos acicalamos un poco, limpiamos el sofá que tenía vestigios de mi primera corrida de la tarde, y luego me preguntó:
¿Ahora dime a que ha venido tú visita? En ese momento le expliqué que tenía que contarle un secreto pero que no podía comentarlo todavía.
¿Pues tú dirás?
Pilar desde hace un tiempo os comparto a las tres hermanas. Bueno tú eras conocedora que te compartía con mi esposa, pero no con María.
¡Qué cabrón!, bueno la verdad es que tal y como vives el sexo no me extraña nada, lo que pasa que va a ser difícil de conjugar.
Por eso te lo quiero contar, tu hermana María ya lo sabe también, deberéis de mantenerlo en secreto hasta que yo os diga.
Tengo que ver como se lo comento a Berta, y ver que pasará.
Vale. Hagas lo que hagas, quiero tener a mi disposición siempre ese cuerpo y esa polla.
Prométemelo. No dije nada, le di un pico y me fui.