Bueno, para Halloween a Zorricat se le ocurrió que podíamos hacer algún juego de rol donde iba a ponerse de rodillas con un collar y una correa y a calentar a todo el mundo con juegos de atrevimiento.
La idea era que ella fuera una perra sumisa y yo la llevara por el local como su amo e hiciera todo lo que se me ocurriera, pues bien, aquí está el relato del aquel día que siempre atesoraremos en el recuerdo.
Este relato puede ser 100% ficción o 100% real con ayuda de unas licencia literarias, tú decides que quieres creer.
Llegamos a local a las 23h más o menos y ya estaba animadillo, buena música, escenografía de Halloween, algún que otro disfraz y gente que ya conocía a Zorricat saludando y dando conversación picante y morbosa desde el inicio. Muy buena compañía, la noche apuntaba maneras.
En la misma barra de la zona social, después de un rato de conversación contando batallitas, la primera copa aparte de soltarnos la lengua, a Zorricat se le empiezan a caer las braguitas en un baile muy sensual, frotandose el culazo con mi entrepierna y levantándose el top. Sus pezones ya estaba durísimos cuando los acaricio estando espalda con espalda, mostrandoselos a todos los asistentes y viendo como movían las cabezas para ver mejor.
En ese momento, casi pude sentir las maquinaciones de Zorricat en su cabeza, contando los chicos singles y fantaseando con lo que iba a llegar después.
Nos vamos a dar un paseo para que pudiera ver mejor el material de juegos que se le pondria al alcance ese día, las instalaciones impecables, zonas de juegos muy sosas a esa hora, piscina con jacuzzi y mil posibilidades.
Después del chequeo, notamos que ya algún que otro chico está animado a seguirnos y volvemos a la zona social para empezar nuestro show primero light, sin todavía pasar por el vestuario a cambiarnos y que se ponga el disfraz.
Nuestra primera parada es un chico entrado en los 30, brazo en la barra y mirada perdida como no queriéndonos mirar directamente. Zorricat los adora así de tímidos.
- Hola - le digo.
- Muy buenas - responde sin saber bien dónde meterse.
- ¿Como te llamas? - Le pregunta Zorricat con voz muy sensual.
- Diego.
- Nosotros somos Zorricat y Santi. Estamos jugando a un juego y Zorricat me dice que no te vas a atrever y yo le digo que sí. Nos ayudas a resolver quien tiene razón?
En este punto, Diego se torna un poco cohibido ya por la implicación a atreverse a algo y parece super nervioso. Si en ese momento hubiera metido mano a Zorricat, hubiera sentido lo húmeda que se había puesto al sentir esa timidez e inocencia de no querer molestar.
El pobre inocente nos pregunta de qué se trata, lo cual miro a Zorricat y empieza el show.
- Zorricat es mi perra hoy y quiero que le chupen un pezón ahora mismo y estoy buscando candidatos. - le digo, mientras le levanto el top dejando al aire el pecho derecho.
Lo curioso es que en ningún momento baja la vista a mirar su desnudez y creíamos que iba a decir que no. Mirando a los ojos a Zorricat con una intensidad que no había visto antes en un chico tan tímido, le dice que le encantaría y le digo que adelante. Su lengua ya está fuera de la boca incluso antes de que empiece a iniciar la bajada hacia el pezón y me entra la risa de ver esa escena justo (intento contenerme dándome la vuelta y mi sonrisa es de oreja a oreja) Miro a la cómplice y parece que disfruta de los suaves masajes en el pecho izquierdo y los lametones en el derecho tanto que no se da cuenta que nos mira todo el mundo en la zona social.
Una vez acabado, le digo que ahora quiero que alguien le masajee las nalgas a mi perra y notar cómo se moja. Dicho esto Zorricat se da la vuelta mirándome de frente y el chico se pone detrás de ella. Le digo que así no, se tiene que agachar y tener el culo a la altura de la cara mientras lo masajea. Dicho y hecho, mientras cojo a mi perra del pelo de forma firme, le empiezo a decir al oído que es una perra que le encanta poner cachondos a los demás. Le acaricio las tetas que tiene al aire mientras el chico se deleita con su culo.
Le digo que pare, que así está mal porque no se siente nada por encima de la ropa y hago que le baje el pantalón y las bragas diciéndole que solo puede tocar las nalgas, nada de coño.
Para darle más morbo a la situación, hago inclinarse a Zorricat y que muestre en todo su esplendor su intimidad al chico desde esa posición. Como idea todavía más cabrona, cojo las nalgas de mi perra y se las abro todo lo que puedo justo delante de la cara del chico tímido. Se pueden ver los primeros brillitos de humedad en los labios entreabiertos de la intimidad de mi perra excitada. Se queda de una pieza, no puede tocarlo todavía así que más adelante nos guardamos esa carta del deseo que expresan esos ojos desorbitados. Creo que nunca ha tenido esa suerte en un local de estos o que sería su primera vez.
Como entrante al plato principal no está nada mal el comienzo. Le subo las bragas y el pantalón diciéndola que se ha portado muy bien, le acaricio el pelo y nos alejamos de Diego que se queda un poco cortado por el repentino final a su intención con nosotros.
Nos ponemos en el medio de la zona de "baile" la cual está un poco concurrida pero se ven algunos huecos. Bailamos y se pasa de zorra, restregando su culo en mi entrepierna, me coje las manos para podarlas en sus pechos todavía cubiertos, le cojo del pelo y la inclino como si estuviéramos follando ahí mismo. Esta mujer si sabe cómo calentar al personal. La vuelvo a tirar del pelo y la incorporo bailando. La pongo de frente y sin medir palabra le subo el top descubriendole ambos pechos en la misma pista de baile. Se los masajeo y le pellizco un pezón que se pone durísimo. Le digo al oído que quiero notar cómo se ha mojado y que quiero comerle el coño ahí mismo, notar sus fluidos en mi boca. Se baja el pantalón y las bragas al ritmonde la música dejándolos a la altura de las rodillas. Se mete un dedo en el coño con las piernas abiertas hasta donde puede (no es la posición más recatada desde luego pero cumple la orden que le he dado) y después de meterse bien los dedos, se los saca para chuparselos y darme un beso mezclado de su humedad y nuestra saliva. Ciertamente esta mujer sabe cómo poner burro a cualquiera sin salir de su papel de rol de sumisa.
La primera parte del plan está hecha, queda la segunda un poco más elaborada. Le propongo que vayamos a cambiarnos, que es hora de la función principal. En ese momento, la zona social estaba hasta arriba ya de gente, algunos disfrazados pero la mayoría no, menudos rancios.
Ya en el vestuario, saco la correa y el collar de esclava. Voy a pasearla para que todos la vean como la perra que es. Le pongo un tanguita con trasparencias y un top que apenas le cubre los pechos tan preciosos que tiene.
Según salimos del vestuario, ya había como 5 chicos haciendo cola para ver si tenían tanta suerte como el timidin. Esperar un poco que el plato fuerte viene ahora.
Salimos a la zona social y los que están de cara a nosotros se quedan un poco descolocados, no parece el tipo de fiesta bdsm y quizá este fuera de lugar pero era la fantasía de ese día, cuadrara o no.
Paseo a la zorra de la correa para que todos vean ese culazo y sepan lo puta que es. Nos colamos entre los asistentes los cuales muchos siguen a su rollo y nos agrada que no molestemos tampoco, no es plan de incomodar a nadie.
Tras varios intentos de que le chupen los pechos ahí en medio de todo el mundo, algunos chicos no se atreven o nos dicen que mejor en privado (curioso si ahí nada es privado y todo el mundo ha hecho lo mismo o más) el caso es que no se atreven con público, a esos, ya no les dejamos participar en nada más! Por rancios! Morboseamos pidiendo más atrevimientos a la gente, una lamida de pecho, un baile sensual, una paja durante 10 segundos, acariciar el clítoris sin meter los dedos, las ideas fluían por todos lados, a veces había éxito, otras eran muy rancios. El juego es lo que mola!
Resulta que hay un corrillo de amigos reunidos y una mujer le está dando azotes bastante fuertes a otra. Que cadualidad! Cuando acaban, le digo a la que azota si quiere probar con mi perra también. Lo cual accede. Le da unos azotes y le damos las gracias. Tenemos que buscar la forma de mimar esos glúteos.
La siguiente víctima del puterío de Zorricat es un señor ya pasados los 45 sentado en un sofá, tomando una copa y tranquilamente viéndonos llegar se acomoda el paquete sin ningún tipo de pudor. Le digo al señor que si le gusta la perrita que traigo, lo cual asiente sin decir palabra. Le digo que necesito una mano cariñosa que le acaricie las nalgas que se han portado muy bien en la sesión previa de azotes. Dicho y hecho, se pone a masajear sus glúteos y mientras yo le digo si le gusta el masaje. Cerca del sofá, hay una mesa para poner las bebidas, le digo que ponga el culo en pompa poniendo sus manos ahí y poco a poco le bajo el tanga hasta las rodillas. Le digo que abra bien las piernas que hay alguien que se va a dar un festín. Le pregunto al seño si quiere probarlo y asiente de nuevo sin decir palabra. Sus manos abren los glúteos separando incluso los labios mayores y empieza a meter bien su lengua. La zorra empieza a gemir delante de todos que se empiezan a poner en corrillo para ver mejor, incluso parejas y grupos de amigos.
Después de un tiempo le digo a la zorra que se ponga de rodillas, que hay que agradecer como es debido a quién tanto cariño le ha dado. Le pregunto de nuevo si quiere que se la chupe y asiente. Le digo que no haga nada, que ya de encarga ella de todo. Zorricat se esfuerza en desabrochar el pantalón del señor que está sentado todavía en el sofá. Con dificultad, Zorricat descubre una pollita por crecer todavía. Le baja el prepucio y empieza a chupar. Enseguida la polla responde a la estimulación y crece muy agradecida. Despues de un minuto de agradecimiento recíproco a la comida de coño, levanto a Zorricat del collar y le digo que tiene que chupar mas. Ante el público, pregunto quién más quiere y dos se bajan el pantalón enseguida y pongo a la zorra que es a chupar pollas en todo su esplendor. Levanto a la zorra y le digo que se ha portado muy bien y que tiene que agradecer esa lluvia de pollas de la que ha disfrutado. Les decimos que nos vamos dentro a la zona de juegos y quien está dispuesto a correrse en los pechos de la zorra.
Se forma una fila detrás nuestro y nos colocamos al fondo de una de la zona grande de camas, pegados a la pared cerca de un expendedor de pañuelos. Le digo a Zorricat que de rodillas y se forma un corrillo de hombretones con las pollas tiesas alrededor. Les decimos que la única norma es dejar espacio y que se corran en los pechos y que avisen. Uno tras otro van disfrutando de los lametones y mamadas de la putita mientras otros agachados le tocan las tetas y el coño mojadito.
Se corren algunos rápido y otros no son capaces pero a todos se les agradece la participación de esta fantasía. La lefa chorreando por el pecho de Zorricat, disfrutando de la calidez del fluido y como resbala hasta su ombligo. Nos dan las tres y media y ya es hora de volverse tras una noche mágica de morbo y placer, corridas y atrevimientos.
P.D. Para todo el mundo, no se puede hacer nada sin consentimiento, pregunta si puedes y no vayas por ahí haciendo lo que te dé la gana solo porque veas que otros lo hacen. Hablando se entiende la gente.